viernes, 18 de mayo de 2012

Incertidumbres

Autor: Darío Botero Pérez
Enviado por: Darío Botero Pérez


1/4 Cuba y el Imperio

Observando a la repudiada petrolera REPSOL y sus andanzas en Cuba, que no ha tenido inconveniente en autorizarla para que destruya el litoral en busca del cada vez más escaso y siempre precioso petróleo, que el capitalismo derrocha y quema, despojando por siempre a la humanidad de tal recurso, tan versátil y útil; cabe preguntarse si la Masada moderna no es más que otra colonia de los potentados decadentes.


La crisis de valores, o el descubrimiento de verdades liberadoras, hasta ahora ocultas, son tales, que no sería extraño que los comunistas constituyesen la tabla de salvación del capitalismo agónico.

No en vano se ha llegado a saber que ambos sistemas consumistas y depredadores -que oprimen a los pueblos y coartan las iniciativas empresariales y creativas de los ciudadanos, convirtiéndolos en despojados sin arraigo, por obra de las multinacionales ecocidas que destruyen sus suelos y envenenan sus aguas, y en víctimas indefensas de los banqueros ladrones que los condenan a la miseria- son fruto de la conspiración sionista que financian esos banqueros, amos y señores de la bolsa y las finanzas a nivel mundial.

Controlan absolutamente la economía formal. Y en su desmesura han llegado al punto de atribuirle más importancia que a la real, como si los papeles basura y demás “productos” financieros que deslumbran a los codiciosos apostadores rentistas, fuesen más alimenticios que las papas o el maíz cultivado en las huertas de las casas campesinas pero que el Neoliberalismo ha prohibido mientras intenta monopolizar las semillas y apropiarse de la genética.

En todas las formas y los escenarios posibles, propenden por causar el Juicio Final que les impuso Yahvé como su misión, muy posiblemente a instancias de los masones que les enseñaron a hacer pirámides. Pero, para lograrlo han de vencer al cristianismo que tanto los ha perseguido.

En caso de que venzan, en vez de enterrar la Historia, quienes han sido sus grandes beneficiarios lograrán exterminar al 95% de la especie humana, como lo tienen planeado por lo menos desde que Moisés los sacó de la esclavitud en Egipto y estimuló sus pueriles y letales prejuicios de pueblo elegido, supuestamente fundados en los sueños de Abraham, Isaac y el tramposo Jacob, quien cambió su nombre por el de Israel después de robarle a su hermano Esaú la progenitura.

Si no acaban con el Mundo o, al menos, con la Humanidad, podrán continuar ejerciendo e imponiendo su hegemonía, evitando la consolidación de la Sociedad Democrática Global que estamos implementando -libre, espontánea y contundentemente- las mayorías soberanas buscando recuperar la dignidad para todos tanto como eludir el colapso al que nos conducen las sociedades jerárquicas y consumistas.

Establecer quiénes ganarán depende del apoyo que reciban.

Pero, si las mayorías reflexionan, y quienes las traicionan para ganarse la subsistencia defendiendo a los potentados se reintegran a los pueblos, no hay duda de que la victoria será de la Humanidad, la Vida y Pachamama, de modo que la sociedad que remplace las detestables que nos amenazan en la actualidad, será plana y global, apta para que todos podamos disfrutar el milagro de existir aportándoles a los demás lo mejor de cada uno y disponiendo de lo necesario para hacerlo.

Sería la llamada Sociedad Democrática Global, que reconoce que el mundo es una aldea, según lo descubrió tempranamente Marshall McLuhan con sus geniales intuiciones sobre el papel del acelerado y sorprendente desarrollo de los medios de comunicación que nos han dotado a cada uno del don de la ubicuidad en medio del Ágora Universal Virtual; y se esmeró en que lo entendiéramos.

A todos nos pertenece y todos somos responsables por su conservación y fortalecimiento, de modo que no podemos permitir que se la apropien los enemigos comunes. Nos corresponde aprovechar el poder que nos otorga para vencerlos de una vez por todas, en un movimiento simultáneo de alcance mundial, que no puedan controlar ni derrotar.

Cuando las amenazas apocalípticas son tan reales que nadie puede dejar de observarlas por muy distraído que se mantenga con los deportes, los conciertos y las telenovelas; el rechazo concertado libremente por la Humanidad para despojar a los potentados del poder, constituirá la más contundente y definitiva decisión democrática verdadera, pues la tomarán todos los ciudadanos que deseen participar, y nadie osará reemplazar a nadie a título de representante, de delegado, de rey, de dictador o de lo que sea que se le ocurra para engañar a los demás buscando su beneficio particular.

2/4 Colombia y la derecha

Aplicándonos a Colombia, de Fernando Londoño Hoyos se pueden decir muchas cosas, pero no que sea tonto o que tenga vocación de mártir. No obstante, ante tantas rarezas ocurriendo, podría resultar bobo y kamikaze.

Por sus actos públicos y su intento de saquear el Estado apropiándose de las acciones de Invercolsa aprovechando información privilegiada -lo que no fue obstáculo para que Alvarito lo nombrara como su ministro del interior, llevando al personaje, transido de emoción, demagogia y presunta convicción, a afirmar que en seis meses exterminaría a las FARC; o sea, en la mitad del tiempo que había calculado y manifestado públicamente su ocasional jefe-, se puede afirmar que se trata de un sofista egoísta y perverso, absolutamente incapaz de sacrificios personales, aunque no duda en sacrificar prójimo para que los potentados extranjeros sean felices y coman perdices.

Se sabe que está bastante comprometido con la extrema derecha y con los criminales que han asolado territorios enormes, desplazando a millones de compatriotas, y destruyendo su tejido social y sus formas tradicionales de subsistencia sustentable, para despojarlos de sus tierras y entregárselas a las multinacionales depredadoras que se esmeran en cumplir las profecías sionistas.

Tales desgraciados hacen aparecer su actividad antieconómica y ruinosa como gran sabiduría y único recurso disponible para que los potentados superen la crisis definitiva que han causado pero cuyas desastrosas consecuencias no aceptan, aunque cada vez son peores.

Más bien, contra toda racionalidad, aún la más elemental, pretenden continuar el despojo de las mayorías y la destrucción de la biosfera... mientras las culpan de todos los males por ser dizque las causantes del calentamiento global que, a su vez, dizque es el que produce el cambio climático y las constantes y cada vez peores catástrofes ambientales, cuando es evidente que la depredación de la biosfera es su causa antrópica más protuberante, persistente, extendida y letal.

De todos modos, volviendo a Londoño, a pesar de lo que les haga creer a su huestes apasionadas, no parece tan fanático o pobre de espíritu como para permitirles a su desalmados cofrades que lo maten a fin de que Álvaro Uribe Vélez, cada vez más disminuido, desenmascarado y desacreditado, pueda aprovechar el trágico incidente para recuperar ese prestigio que lo abandona a toda prisa. Y que empeora cada que trina.

Si el intento de asesinarlo tiene los mismos orígenes maquiavélicos del que mató a Álvaro Gómez Hurtado, o del que mató a Pedro Juan Moreno, no dejará de saberlo, así a los demás nos engañen con versiones interesadas, deformadas u ocultadas para servir a fuerzas oscuras.

En caso de que compruebe afinidades entre ambos crímenes y el atentado del cual fue víctima el 15 de mayo, ¿Se convertirá en un enemigo de Álvaro Uribe Vélez más tenaz y peligroso que Pedro Juan Moreno, a quien, amangualado con Uribe, le arrebató la cartera del interior, lo cual indujo al “cacao” (como denominamos en Colombia a los grandes capos del establecimiento) a enfrascarse en una temprana campaña opositora contra su cómplice en la creación de las CONVIVIR?

Para legalizar esta expresión del paramilitarismo surgida a la sombra del cartel de Medellín o de los Ochoa, contaron con la anuencia del entonces presidente, el pupilo del cartel de Cali o de los Rodríguez, Ernesto Samper Pizano, tan denostado entonces y, ahora, considerado una especie de potencia moral ante los desafueros de Uribe y sus huestes.

No debemos olvidarlo porque es necesario tener presente que todos son corruptos. El lastre o la insignia gloriosa del último, es el conocido en Colombia como proceso 8.000.

En cuanto a la osadía de atacar a Uribe durante su ejercicio dictatorial desde la “casa de Nari”, por su complicidad y familiaridad con él, que podría otorgarle cierta protección, o por su carácter de potentado criollo, lo que podría cohibir al domador de caballos para tomar represalias dada su mentalidad de mayordomo; sólo Pedro Juan, y nadie más perteneciente al establecimiento, se atrevió a adelantar campañas contra la administración totalitaria del país por el furibismo.

Y logró victorias continuas a partir de las denuncias que publicaba en su revista La Otra Verdad, que no dejaron de perturbar al dictador ni a su combo de delincuentes, pues cada que sacaba una edición, salían denuncias de corrupción que conllevaban destituciones.

De tal manera, lo cual no les gustaba, desaceleraba la frenética orgía saqueadora de los furibistas, que estaban encantados con la riqueza pública y las oportunidades que les ofrecía para lucrarse económicamente mientras posaban de padres y/o desvelados servidores de la patria, aliados del salvador providencial a quien Bolívar no era digno de limpiarle las alpargatas.

Pero -como lo suponían los prudentes y lo evitó Álvaro Villegas Moreno, quien se negó a última a hora a acompañar al Pedro Juan a Urabá para mover sus fichas asesinas, seguramente porque quienes lo quieren le advirtieron sobre el planeado helicoptericidio que le habían preparado al rebelde-, su osadía le costó la vida y la de su primogénito, cuando aspiraba a hacerse elegir al Congreso para combatir al gurú traidor desde allí.

¿O será que Londoño -sabiendo cómo son sus compinches fundamentalistas, que lo consideran tan fanático y cerrero como lo son ellos- tolerará el atentado contra su vida en caso de que se compruebe que proviene de los mismos falangistas de los cuales son, o fueron, destacados líderes e ideólogos los cuatro nombrados (Londoño, Gómez, Uribe y Pedro Juan), más otro que está en todos los desaguisados de la dictadura?

Desde luego, no deja de notarse la presencia de una masa fantasmal, la del quinto jinete precaria e irrisoriamente apocalíptico, el consejero inmune (o todavía impune, más bien), persistente y desacertado, que tanto se goza el atinado venezolano manipulador de conciencias, J.J. Rendón.

Se trata del creador del IELA (Instituto de Estudios Liberales de Antioquia) y reemplazo de Abelardo Forero Benavides en un erudito programa de televisión que presentaba con Ramón de Zubiría y le permitió hacerse conocer a nivel nacional.

Sí, cómo no, es el mismo desapacible e inefable cínico, José Obdulio Gaviria Vélez, el asesor del dictador Uribe, y primo y abogado del Pablo Escobar Gaviria que nos afrentó hasta 1993, como nos afrenta el desatinado ideólogo del cartel de Medellín y asesor privilegiado del ex dictador Uribe. Uno lo hacía con bombas; el otro lo hace con mentiras y calumnias.

Pero José Obdulio es tan intrigante y sórdido que actúa como si fuese la encarnación de la pureza y la decencia. Parece convencido de que ningún tribunal en el universo mundo tiene autoridad para juzgarlo, lo cual lo hace feliz y le permite replicar con burlas a Rendón, acatando la sentencia de que “el que ríe de último ríe mejor”.

La pregunta es, ante la derecha asesina y despiadada, ¿Reirá de último Londoño; o estará dispuesto a sacrificar a su propio primogénito, cual moderno Abraham o réplica de Pedro Juan, para que la causa de los enemigos comunes siga arrasando con todo y amenazando las vidas de todo el que se les ocurra?

¡El Corazón de Jesús, patrono de Colombia, que de tantas nos ha salvado, lo resolverá! ¿O será que nosotros mismos alcanzaremos la dignidad suficiente para impedir que nos sigan suplantando, engañando, mintiendo, insultando, saqueando, desplazando y asesinando?

3/4 Bilderberg y la justicia

A propósito de incertidumbres, es imperdonable el cinismo extremo de Dominique Strauss-Kahn.

Ofuscado por las traiciones de que ha sido víctima por sus colegas lacayos del Club Bilderberg, ha resuelto probar la fidelidad del juez bilderbergiano, Cyrus Vance -hijo de un ex secretario de Estado homónimo, de reconocidos vínculos con el Club y papel activo en la implementación del Neoliberalismo-, quien lo exculpó de su asalto sexual contra una humilde camarera africana en un hotel de Nueva York.

En vez de resarcirla económicamente, ya que su honra difícilmente se la podrá devolver, ha preferido seguir afrentándola. Al efecto, en un clásico ejemplo de pájaros tirándoles a las escopetas, que es una actitud tan corriente en los pérfidos potentados y sus áulicos, ha demandado a su víctima...

Así son los “socialistas” plutocráticos que alienan, oprimen y suplantan a los pueblos, ya sea en Francia, en España, en Portugal, en Grecia y en todo el Mundo, incluido nuestro entrañable Caribe.

En tales circunstancias, vale preguntarse si al sátiro le entregarán a la negra como esclava, pues es obvio que ella jamás dispondrá de un millón de dólares para pagarle a su victimario. Pero tal suma es lo que le exige el psicópata degenerado para resarcirse por las ofensas recibidas, que no alcanza uno a discernir cuáles serán, sobre todo cuando después se ha sabido que es un propietario de prostíbulos en Francia.

Desde luego, si la negra se esmera y establece una buena tarifa, con violaciones periódicas y mamadas magistrales, guiadas por los consejos del experto William Clinton, puede que alcance a pagar la multa y recuperar su libertad antes de que esté muy anciana. Quizás el potentado tenga sucursales en Nueva York o traslade a su víctima a Francia, tal vez el juez lo decida, para eso son tan sabios e imparciales…

El tiempo lo dirá, así cómo nos dirá quién quiso matar a Londoño pero le salió el tiro por la culata, ganándose un enemigo que puede ser invencible, pues no posee escrúpulos de ninguna naturaleza, además de que es extremamente soberbio y suficientemente abonado en relaciones y recursos, no como la indefensa víctima de DSK.

4/4 Nosotros y la vida

Estamos ad portas de un espectáculo notable que puede contribuir a la toma de conciencia de las masas amorfas, permitiendo que se vuelvan multitudes conscientes, libres y dueñas de sus destinos.

¡Cada uno puede participar, a su gusto! ¡Tú también!

¡Esa es la cuestión!, como diría Hamlet si hablase español y no estuviese muerto o no fuese un mero personaje del dramaturgo genial a quien conocemos como William Shakespeare.

Sin duda, sus dramas reflejan la realidad política de las naciones, en todas partes y siempre, durante la vigencia del período antropológico que está muriendo y quiere arrasar con todo en su agonía.

Se trata de la Historia horrorosa y letal, cuya muerte estamos obligados a apurar si queremos tener alguna esperanza de supervivencia, superando ese asqueroso período con sus odiosas y autocráticas instituciones piramidales que lo han caracterizado, y cuyo propósito es despojar a los ciudadanos de su soberanía para envilecerlos, subyugarlos y explotarlos.

Basta mirar a cualquier país, o a todos los que se nos ocurra, para admirar la certeza del inmortal escritor inglés, que a todos nos enriquece y pertenece, y cuyas lecciones estamos en mora de aprender porque ya no podemos aplazar más su aplicación.

Nos convencen de que creer en caudillos y sus cualidades especiales es estupidez, de modo que es mejor negarles su fingida grandeza, fundada en el crimen, aunque toque enloquecer.

Por fortuna, no estamos tan indefensos como el joven huérfano Hamlet. Más bien, nuestro poder es inmenso e invencible si nos unimos y dejamos solos a los potentados decrépitos.

Indudablemente, son zánganos, impotentes e inútiles si no cuentan con siervos que obedezcan sus órdenes y se sacrifiquen para que conserven y disfruten sus absurdos e insoportables privilegios.

O sea, están en manos del pueblo. Y con un sólo gesto unánime de los integrantes conscientes del 99%, quedarán derrotados si quienes se sacrifican por ellos, los defienden y los alaban, que también hacen parte de ese 99% vilipendiado durante el imperio de la Historia, los abandonan y se unen a sus víctimas; o sea, a sus hermanos subyugados por los potentados, que son los incuestionables enemigos de todos, y hasta entre ellos mismos se odian y se combaten.

Es algo sencillo e incruento. Es una fórmula efectiva, capaz de generar esa sociedad plana que impedirá que perezcamos guiados por los degenerados paladines del Neoliberalismo y sus absurdas recetas ecocidas.

Basta que lo decidamos para que sea una realidad maravillosa en un Mundo renovado. Tenemos que rescatarlo y defenderlo de los sicópatas, pues no sólo son asesinos despiadados sino depredadores insaciables que han convertido en un juego de azar y malicia -sujeto a las limitaciones de cualquier pirámide de Ponzi, cuya base nutriente pronto se agota- la economía y la suerte de las víctimas de las sociedades consumistas que están depredando los recursos y destruyendo la biosfera a un ritmo vertiginoso y creciente, capaz de acabar con todo en el corto plazo.

Todo depende de lo que decida cada uno, pues cuando se alcance la llamada masa crítica, el cambio será inminente e irreversible, y las armas de destrucción masiva no servirán para nada, porque quienes las manejan estarán unidos a su prójimo contra los Bashar al Assad o los Georges Bush y todas esas lacras que representan el papel de caudillos de los demás, como si fuésemos tarados y ellos grandes dotados.

Ya no estamos para candideces pueriles; ni nos asfixiamos y debatimos en la ignorancia y la superstición en que siempre se han empeñado en mantenernos para dividirnos, enfrentarnos, sojuzgarnos y explotarnos.

Hemos madurado y nos reconocemos como adultos capaces de reconocernos como iguales a cualquiera, independientemente de su cultura; de dirigir nuestras vidas, y de intervenir en la definición de las reglas que habrán de regir la convivencia universal, armoniosa y gratificante para cada uno, de la comunidad horizontal y garantista que hemos de construir para beneficio de todos, y sin privilegios para ninguno que no merezca una discriminación positiva por sus condiciones de inferioridad manifiesta frente a los demás.

O sea, la definición de la Sociedad Global Democrática es la obra común por excelencia que constituirá el portal del maravilloso futuro común que podremos construir una vez nos deshagamos de los potentados, tanto los de sangre roja como los de la azul y la verde o la amarilla o del color que digan tenerla, y por mucho que reclamen prerrogativas y nos ordenen que se las respetemos.

Si no procedemos, los potentados se saldrán con la suya. Y han avanzado bastante en su ofensiva; tanto, que ya no pueden ocultarla, de modo que su carácter de canallas es evidente para todos, y el peligro de que sigan al mando es inminente. ¡O los frenamos o nos extinguen!

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