miércoles, 23 de mayo de 2012

Observaciones a “los sodomitas de Venezuela”

Autor: Darío Botero Pérez
Enviado por: Darío Botero Pérez

Dedicado a los venezolanos y venezolanas que no estaban preparados y preparadas para esta revolución.

Recibí un correo con críticas a los sodomitas de Venezuela, origen del epígrafe y en el cual se señala que Henrique Capriles Rodonski hace parte de tales.

No dejé de leerlo, pero me parecieron curiosos el énfasis que se pone en la deformación de las explicaciones de la realidad política y económica, tanto como la silenciada desmesura depredadora del sionismo, padre y madre del Neoliberalismo, todo ello a partir de las represiones sexuales que caracterizan a los machos de las tres religiones provenientes de Abraham.

Me pregunto si no son resultado de “un alto grado de alienación y enajenación”, aunque bien puede ser un asunto de ignorancia ramplona y osada, de esa tan corriente en los súper machos asesinos e intransigentes que desdibujan cualquier eventual aporte científico del marxismo, al que han convertido en una religión, con diversos santos y libros sagrados divididos en versículos, para lo cual la ayuda de Marta Harnecker debe haberles servido mucho, pues es experta en catecismos ateos.

De todos modos, la profundidad y el cientifismo del escrito son evidentes para los descerebrados que no tienen la menor idea de lo que es objetividad, soberanía individual, igualdad ante la ley o respeto a la diferencia.


O sea, les es ajena la vigencia universal de los derechos humanos. Pero conocen términos tan enredados como los de cualquier economista degenerado, y argumentan con similar irracionalidad y ligereza, de modo que habrán de iluminarnos a quienes hemos desviado el camino, quizás por falta de credulidad en el rigor expositivo de los Savonarolas socialistas neoliberales, según se deduce de esta perla: “Los individuos con naturaleza sexual socialmente no aceptada cumplirán sus roles laborales bajo parámetros culturales más discretos, completamente diferentes al comportamiento de libertinaje y aberraciones muy comunes en los países capitalistas donde priva la descomposición moral hasta una degeneración absoluta provocada por la transculturación de las transnacionales y una sobre explotación inhumana en las relaciones de producción, que conlleva a la humillación de la mujer, convirtiéndola en un objeto sexual, y a los hombres de “naturaleza” débil a pervertirse en una competencia exhibicionista, ambos al igual que los desclasados caen en un libertinaje y en la corrupción generalizada en todos los sentidos en la lucha por la subsistencia en una sociedad caracterizada por extremas diferencias e injusticias sociales y un alto grado de alienación y enajenación.” (Subrayas agregadas)

Según estas extrañas tesis, que limitan las posibilidades de las mujeres y los hombres de ‘naturaleza’ débil, tanto como las de los desclasados, a cumplir “sus roles laborales bajo parámetros culturales más discretos”; no son el Neoliberalismo y sus recetas orientadas a subordinar la economía real por los banqueros, afanados por acabar con la biosfera mientras ponen a los pueblos a aguantar hambre para pagar lo que se robaron los potentados; sino la homosexualidad y demás conductas sexuales “no aceptadas”, las mujeres y los desclasados; o seanse, “Los individuos con naturaleza sexual socialmente no aceptada”, la causa de la corrupción y los desastres que agobian la Vida y el planeta.

La tesis es “novedosa”, “original” y “magistral”, o demasiado ridícula, falsa y añeja, propia del detestable autoritarismo que tenemos que enterrar con la Historia en la Sociedad Democrática Global. Autoritarismo que tanto y tan notoria y persistentemente oprime a las multitudes árabes e islámicas, desde diciembre de 2010 lanzadas a defender su pisoteada dignidad por teocracias infames que los siguen reprimiendo y les impiden expresar sus ansias de libertad, como el pertinaz criminal Bashar al Assad a los hermanos sirios.

Volviendo a los camuflados de socialistas del siglo XXI en el estado Mérida de Venezuela, su posición es absolutamente reaccionaria y ajena a todas las nociones de socialismo, pues riñe con cualquier pretensión de civilización, mientras nos identifica con los pastores energúmenos y mesiánicos que inspiraron el sionismo y las demás religiones interesadas en precipitar el Juicio Final y en reprimir a todo el que se les ocurra, por estupideces que consideran pecados cuando no son más que meros instintos que se expresan en todo ser vivo que esté mental y físicamente sano.

Pero los sionistas y sus émulos jamás lo han estado. Por eso insisten en envenenar las aguas, los aires y los suelos y destruir la biosfera, arrasando selvas, manglares y páramos, exterminando especies, fomentando la guerra, seduciendo tontos, señalando la pasión sexual como el peor de los pecados, manipulando a Barak Obama…

La arbitrariedad de las tesis de los hermanos venezolanos parece corroborada en Italia, a no ser que Silvio Berlusconi nos haya mentido, ocultando su homosexualismo tras prostitutas cautivantes, o que la presunta crisis en la bota sea falsa; quizás una calumnia de los maricas.

Tampoco comprende uno como un macho tan macho como Dominique Strauss-Kahn haya sido vencido tan fácilmente, cuando su comportamiento machista es patético y hasta posee prostíbulos que lo corroboran, lo cual debería convertirlo en un modelo de virtudes políticas al que deberían imitar todos los que aspiren a gobernar a los demás humanos, tan ineptos por maricas o lesbianas o LGTBi.

La inmerecida suerte del socialista y potentado francés debe obedecer a una confabulación de los anormales LGTBi, pues en sexos como que hay más de dos, urdida para evitar que el sátiro hubiese salvado a Francia de la crisis definitiva del capitalismo, lo cual hubiese sido imitado por todo el mundo, dando al traste con los planes apocalípticos del sionismo, reconocidamente machista y castigador de los placeres de la carne.

Mejor dicho, habrían frustrado “el plan de dios” que comparten y se esmeran por apurar las tres religiones monoteístas, prevalidas de la ingenuidad y la fe de sus pueblos judío, cristiano y musulmán, tanto como de la astucia y capacidad de embaucamiento de sus pastores.

De ahí que los puritanos no tengan inconveniente en acudir a la discriminación y al exterminio de quienes su estrecha mentalidad considera degenerados incapaces de actuar como machos de carácter.

Pero son generosos, a pesar de todo, de modo que es posible que admitan que, si no les gustase el sexo oral, podrían ser aceptables -aunque jamás excelentes, si siguen con sus maricadas- políticos y administradores, tal vez hasta eficaces y probos, según las teorías de los castrados lúdicos que anhelan dirigirnos para limpiar la Tierra de pecado a través del eficaz expediente de matar a los pecadores, sobre todo si son maricas. O LGTBi, pues a éstos también los desprecian, aunque todavía cómo que no alcanzan a diferenciarlos bien.

Es algo absolutamente claro, razonable, natural y lógico, según se deduce de la convicción de los moralistas del estado Miranda, aunque es misteriosa la razón para que a éstos, seguramente machos irreductibles, un comportamiento viril los dote de cualidades de líderes idóneos, incorruptibles e insobornables, ajenos a las tentaciones de la carne que tanto seducen a “Los individuos con naturaleza sexual socialmente no aceptada”.

Pero, por misteriosa que sea, su soporte científico está corroborado por la Historia, de modo que tienen razón desde el punto de vista de la opresión, la violencia y la desigualdad que han caracterizado al atroz período, durante el cual tantos gobernantes famosos, maricas han sido.

El prejuicio de los venezolanos en comento, lo confirman las catástrofes bíblicas contra los pueblos entregados al placer sexual, como Sodoma y Gomorra, lo cual hizo dignas al par de ciudades de un aterrador castigo mediante el fuego proveniente de los cielos. Extrañamente, el fenómeno convirtió en piedra a la curiosa esposa de Lot, de modo que es mejor no indagar mucho y ponerle fe a la cosa.

Sin embargo, uno tan malicioso piensa que los sionistas tenían en la mira ambas ciudades como parte de su tierra prometida, cuando Abraham apenas la estaba explorando y marcando territorio -aprovechando la generosidad de los palestinos, inigualables anfitriones que hasta ofrecieron regalarle a Abraham el terreno donde enterró a Sara-, mucho antes de que los descendientes del impostor Jacob hubiesen sido esclavizados durante más de 400 años en Egipto.

De allí los sacó Moisés, quien había sido suficientemente preparado por los constructores de pirámides en las artes que les permitirían a los judíos vencer a las demás tribus semitas y de otros ascendientes. Con sus conocimientos también pudieron construir el templo de Salomón años después, una vez despojaron a sus primigenios habitantes de Jerusalén.

En cuanto a las ciudades malditas por la afición de sus habitantes al sexo, parece que el castigo fue enviado por seres asexuados.

Tal vez estaban envidiosos de nuestra capacidad personal para la lúdica y para arriesgarnos a reproducirnos en una promiscuidad que espanta a los reprimidos congénitos, incapaces de admitir la validez del placer o, peor, aún, incapaces de sentirlo, como algún personaje de William Faulkner que violaba a sus amigas con tusas de maíz porque su órgano viril no cancionaba ni lo seducían los encantos femeninos, pero tenía que afirmar su machismo…

Los amargados ambiciosos están convencidos de que su deficiencia enfermiza para el placer indica que son superiores, como deben serlo los dioses que castigan a los humanos por ceder al deseo y buscar la alegría, huyéndoles al dolor y las penas, y combatiendo y repudiando a quienes se las causan.

Los dioses de Abraham prefieren el olor a carne asada de sus víctimas vírgenes, en vez de disfrutar sus primicias en la cama. Es cuestión de gustos, y “entre gustos no hay disgustos”, aunque eso de matar sea de tan mal gusto y seduzca a los peores.

Para tales iluminados, matar no es un delito y, mucho menos, un pecado. Es la elemental obligación de los moralistas por mantener las buenas costumbres.

Su estricta moral los autoriza a eliminar a quienes pongan en duda su grandeza y la superioridad de sus principios, que han sido dictados por dios, unas veces borracho y otras en sano juicio, lo cual explica que se contradiga tanto y sea tan inconsistente.

Sus guías morales, que no éticas, se fundan en la contención de los apetitos y el sometimiento a la obediencia impuesta por las autoridades, presuntamente señaladas por dios para semejante despreciable misión embrutecedora, que les es bastante rentable a los encargados del culto, y que tanto les sirve a los políticos para prosperar manteniendo subyugados a los demás.

Tales renuncias les permitirían a los crédulos fronterizos adquirir reciedumbre y el derecho a reprimir a quienes siguen entregados a los placeres, ofendiendo a Yahvé y a otros extraterrestres (Baal, Moloch, y joyitas de esas, opuestas a los deliciosos gozones Baco, Diana y Astarté) envidiosos de la capacidad de gozar la vida que tenemos los humanos y, en general, todos los seres vivos que pueblan la Tierra, como los lascivos e insaciables bonanos, tan promiscuos, amables y socializadores; o los maliciosos y laboriosos suricatos que vemos por Animal Planet y que tanto disfrutan el sexo.

Evidentemente, según lo socialistas trogloditas, sólo los amargados garantizan pulcritud, pues también suelen ser estrictos contra los degenerados sibaritas que consumen alucinógenos, a quienes tratan tan mal como si fuesen ateos...

Al efecto, en Colombia no han tenido inconveniente en hacer lo que llaman “limpieza social” desde los tiempos de Misael Pastrana Borrero (1970-74), el papi de Andrés.

Siguen haciéndola y ya casi todos los países la han adoptado, a medida que sus economías sanas son remplazadas por la mafiosa, dirigida por la DEA y desarrollada con base en la abusiva ilegalización de los alucinógenos, que tantas vidas de nuestros jóvenes ha costado, pues el Estado no les ofrece ninguna alternativa, aunque no deja de reprimirlos y los conserva en la ignorancia y el desempleo, a conveniencia del negocio.

La ejemplar obra social consiste en ejecutar a mansalva y sobre seguro a marihuaneros y otros drogadictos aficionados al placer y poco sumisos. O a simples gamines que viven y, oh escándalo, duermen en las calles, algo que está prohibido para todos los ciudadanos desde los tiempos de “Las ruinas de Palmira”.

Los llaman “desechables”, lo cual inspira, justifica y despenaliza a los ciudadanos decentes que se encargan de garantizar la indispensable limpieza sin exigir mayores retribuciones de la sociedad. ¡Qué apóstoles!

En cuanto a los hermanos venezolanos autores del escrito que comento y anexo, estos modernos paleosocialistas han postulado su civilizadora práctica político-social con la asombrosa tesis de que “La política no debe ser dirigida por individuos con trastornos o con desviaciones sexuales, ya que la debilidad natural de personalidad de estos conlleva a la perversión en el manejo de los recursos de la administración pública para la satisfacción de los placeres”. (subrayas agregadas)

Tales posturas se parecen mucho a las del nazismo, aunque su verdadera esencia la estableció la sionista atea madre del Neoliberalismo, Ayn Rand, con su filosofía del objetivismo, que resumimos los ignorantes con el aforismo “el que no sirve, estorba”

Los modernos redentores nos librarán del pecado a partir del ejercicio casto de la política. Esto es lo fundamental; nada peor puede ocurrir desde que los CEO de las multinacionales y sus lacayos criollos sean bien machos.

Poseen tanto rigor como el que se observa en el uso del lenguaje guiado por el hembrismo hirsuto, y cuyos exabruptos quedan claros en el anexo “Usa_bien_la_gramatica”, cuya lectura recomiendo a quienes no teman perder sus convicciones sobre el machismo en el idioma.

¡Hombres del Mundo, uníos contra los maricas y todas las desviaciones del sexo ajenas a la reproducción casta, que permite que las madres sigan siendo vírgenes luego de dar a luz!

Como la ironía no basta para resolver los problemas, y las desviaciones epistemológicas son tan graves porque confunden a los ciudadanos poniéndolos a defender los intereses de sus enemigos, conviene señalar posturas que pueden ayudar a despejar tanta bruma, orientando las conciencias revolucionarias en la adopción de actitudes civilizadas y universales.

Mediante éstas hay posibilidades de superar el Neoliberalismo y enterrar la Historia, para ingresar a una sociedad igualitaria, necesariamente plana, donde el conocimiento sea el motor de todo y de todos, posiblemente inspirado en el amor o, al menos, en la solidaridad.

Será una sociedad sin oscurantismo ni dogmatismos arbitrarios, como suelen serlo todos, guiada por el ejercicio indiscriminado de la inteligencia en medio de la paz y del respeto a la dignidad de la Vida y a la fragilidad del planeta o, al menos, de la biosfera que alberga la Vida y que las corporaciones están destruyendo aceleradamente por todo el Mundo.

Los enemigos comunes proceden inspirados por su agonía desesperada, que pretende llevarnos a todos a la tumba que se han ganado los potentados y que no tenemos razón para compartir con ellos. Pero sí podemos enterrarlos y, luego, sellarla herméticamente para que sus valores los acompañen y dejen de amargarles sus vidas a los dignos, que son la mayoría.

Al efecto, es refrescante y atinado el anexo “ALQUIMIA POÉTICA ANARCO”, que agradezco de la manera más fructífera, o sea, difundiéndolo para que los demás lo puedan conocer y evaluar personalmente, de modo que cuenten con ideas claras al momento de tomar partido en la batalla final que está protagonizando la Humanidad, y de la cual todos somos parte, así queramos eludir la responsabilidad.

ANEXOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No es por afán de censurar pero por la exagerada intromisión de "spam" (publicidad no deseada) decidimos activar la opción de moderar comentarios, disculpa las inconveniencias.