OCOSINGO, Chiapas, México.- Empezar un negocio es una tarea audaz para una mujer. Más aún si la mujer vive en un país inestable políticamente, con prácticas de corrupción, burocratismo y pobre, como lo es México. Pero a Consuelo, Eva y Josefina ni la inestabilidad ni la pobreza, ni nada, fue un impedimento para empezar su negocio hace veintidós años: una tortillería en el mercado público Belisario Domínguez de Ocosingo, Chiapas.
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