Autor: Darío Botero Pérez
Enviado por: Darío Botero Pérez
“Robar un banco es delito, pero más delito es fundarlo.”
Bertolt Brecht
“Como lo señalamos en nuestro reporte anterior, vale la pena mencionar de nuevo las palabra de uno de los Padres de la Patria, Thomas Jefferson, que previno a sus conciudadanos hace más de 200 años sobre lo que está sucediendo hoy al decir:
“Yo creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los enemigos declarados. Si el pueblo Estadounidense permite alguna vez, que los bancos privados controlen el asunto de su moneda, primero por inflación, luego por deflación, los bancos y las corporaciones que crecen a su alrededor le quitarán al pueblo toda su propiedad hasta que los niños despierten sin casa en el continente que sus padres conquistaron”
Citado en “China y Rusia: suenan tambores de una tercera guerra mundial”, de John Salinas
Para los mejores seres humanos, aquellos que consideramos más evolucionados, la gran meta del ser vivo es adquirir sabiduría. El mismo Salomón lo decía insistentemente, quizás con cinismo, pues se caracterizó por demagogo, megalómano, opulento, lascivo y represivo, hasta el punto de que sus súbditos se alegraron con su muerte y rechazaron que su hijo Roboam lo remplazara en la dirección de su pueblo (Ver Reyes 3, capítulo 12, versículos 4 y 14: “... si mi padre os impuso un yugo pesado, yo aumentaré aun el peso de vuestro yugo: mi padre os azotó con correas; más yo he de azotaros con escorpiones”. También, Crónicas 2 o Paralipómenos 2, capítulo 10, versículos 4 y 14, donde el azote sería “con puntas de hierro” en vez de escorpiones).
Pero la adquisición de sabiduría no es exclusiva de la Humanidad, según nos enseñan los animales. Al respecto, la serie del canal de televisión por cable, Animal Planet, sobre los suricatos, es absolutamente diciente, así estos individuos singulares no hayan caído en el teismo, pues éste sólo afecta a la arrogante y depredadora especie nuestra con sus comportamientos contra natura que nos mantienen en contradicción con la Vida y sumidos en el llamado pecado, tan rentable para quienes dicen tener poder para perdonarlo.
Somos tan soberbios, desmesurados e imbéciles que creemos, acatando los delirios del sionismo contagiados a cristianos y musulmanes, que el Universo fue creado para complacer al género humano representado por Adán y Eva, y que ellos y sus descendientes son sus amos y su centro, de modo que están autorizados por la divinidad para tratarlo como les venga en gana.
En esa línea, los cristianos basan su fe en la resurrección de Jesús, a quien consideran dios y cuyo asesinato -a la postre frustrado por las mañas del Redentor que recuperó la vida- le achacan a los curas judíos, los levitas. En particular, el acusado es el sumo sacerdote judío, llamado Caifás, aunque al gobernador romano Poncio Pilatos tampoco se la rebajan. ¡Lo curioso es que el asesino de los niños inocentes, Herodes, parece salir impune e indemne!
Para los humanos, la manera más idónea de adquirir sabiduría es a través del conocimiento conformado por el cúmulo de saberes que nos han legado los sabios muertos, y que continuamente nutren los sabios vivos, cada vez más numerosos en la Sociedad del Conocimiento que estamos a punto de alcanzar pero que los potentados nos quieren robar, impidiéndonos consolidarla al destinar a los jóvenes al crimen, empezando por la genocida guerra que tanto halaga a los sicópatas gobernantes.
Volviendo a los dignos, sus aportes intelectuales no sólo les facilitan, a los interesados e inclinados, adquirir sabiduría, sino que a los abundantes normales y hasta mediocres nos permiten obtener cuánto conocimiento se nos antoje para vivir en condiciones de bienestar, siempre y cuando no nos lo impidan los acaparadores desalmados del patrimonio social labrado por la especie durante miles de años, pero que ahora se quieren apropiar los banqueros y los jefes de industria ladrones y desalmados.
Se trata de los más conspicuos representantes de los potentados, auténticos diseñadores e impulsadores del Neoliberalismo letal y contraproducente que sume a los pueblos en la miseria por obra y gracia de las maniobras antieconómicas de los abusivos que conforman el 1% de la población y oprimen y envilecen al 99% restante.
Por fortuna, ya esta enorme multitud está despertando, de modo que nadie podrá vencerla una vez alcance la masa crítica suficiente, lo que bien puede ocurrir más pronto de lo que esperan los enemigos comunes. Depende de que cada ser digno, ajeno a los sicópatas que han dominado en la Hisoria, se exprese, como lo están haciendo cada vez más personas decentes, desde diciembre de 2010.
Si la conquista de la sabiduría exige condiciones especiales que no todos tendríamos, el conocimiento proveniente de los aportes de la inteligencia humana es patrimonio común que a todos nos enriquece y para todos debería ser accesible.
No obstante, las grandes corporaciones multinacionales, infectadas por el sionismo, nos lo quieren arrebatar acudiendo a conceptos caprichosos y despojadores como las leyes de propiedad intelectual que les otorgan a los potentados la propiedad exclusiva de lo que nos pertenecería a todos después de que los autores hayan obtenido el lucro debido y sus aportes pasen a constituir patrimonio común de libre disposición en vez de monopolio de los despojadores, auténticos delincuentes de cuello blanco.
Con tales licencias, éstos se sienten autorizados a condenarnos a la miseria impidiéndonos disfrutar los frutos de la civilizacion tanto como los dones de la Naturaleza. Pretenden que los enemigos comunes puedan seguir impunes cometiendo sus tropelías, deformando la realidad y presumiendo de superioridades más insostenibles que los frágiles hábitats destruidos por su codicia. Así nos apabullan esos sicópatas que sólo valoran el dinero pero desprecian y combaten la Vida, pues carecen de sentido lúdico, de conciencia decente y de inclinaciones solidarias.
En el mismo tenor despojador y ruinoso que amenaza a todos nuestros países, extraen y convierten las riquezas naturales, que sustentan la Vida, en estadísticas y cifras para las cuentas nacionales. Tal contabilidad es lo que la absurda economía imperante reconoce como desarrollo, cuando representa todo lo contrario: un atraso absoluto e invencible que les arrebata a los pueblos sus medios de susbsistencia al destruir los ecosistemas donde los producen desde épocas inmemoriales. Las prácticas tradicionales -a pesar de las deformaciones de los marxistas con sus complejos de presuntos científicos económicos y filósofos materialistas, alelados por el “progreso” capitalista- superan, por mucho, la sustentabilidad del letal sistema consumista, ahora agonizante gracias a las absurdas tesis del Neoliberalismo.
La hegemonía del Neoliberalismo apurará la merecida muerte de la Historia, pero, por desgracia, si no somos capaces de impedirlo estableciendo la Sociedad Democrática Global que la remplace, también conllevará la insoportable extinción de la Vida para la especie humana, entre tantas otras víctimas de las mismas bestias involucionadas.
Desgraciadamente -aunque los saqueadores se lucran del crimen ecológico al no tener que asumir las “externalidades”, ya sea porque no les importa reducir los daños que causan o porque las infraestructuras requeridas por los saquedores son sufragadas por los gobernantes vendepatrias acudiendo al erario-, el valor de lo producido es infinitamente inferior al costo de lo destruido para la Humanidad, la Vida y la Naturaleza. Por tanto, la depredación del medio ambiente es un pésimo negocio en términos económicos, así les permita a los vendepatrias y a sus amos corporativos convertirla en divisas sin valor y aumentar el PIB (o Índice de Depredación de la Naturaleza) mientras los pueblos no lo impidan.
En su descaro, hasta a los mismos autores los privan de sus creaciones, así como a los pueblos les saquean los recursos naturales que garantizarían su supervivencia durante muchos años, desde que la relación con la Naturaleza sea racional y respetuosa, como la que han mostrado las comunidades ancestrales integradas a su entorno y que los potentados se esmeran en extinguir para impedir las reflexiones y las conclusiones a que conduce la Verdad.
Tal es el caso de los mamos de la Sierra Nevada, conocidos como los “hermanos mayores” guardianes de la Pachamama, pero que el converso neoliberal Juan Manuel Santos intenta presentar como sus aliados y guías mientras estimula la depredación en todo el territorio. Ésta la dejó proyectada el abyecto mafioso que lo precedió en la presidencia y cuyas cuentas con la justicia son innumerables y no dejan de crecer.
Para cometer sus crímenes económicos, ambientales y sociales, disfrutando de impunidad, les sirven a los imperialistas los tratados de libre comercio, uno de cuyos más estrictos requisitos es anteponer la defensa de la propiedad intelectual a cualquier protección de la propiedad real y material, ya se trate de la creada por el esfuerzo humano o de la existente en los territorios.
Así acaba de hacerlo el abyecto Congreso colombiano aupado por el nieto de quien bien puede ser el pionero del Neoliberalismo en Colombia, el furibundo “Lleritas”, como le decían los potentaditos criollos a Carlos Lleras Restrepo, su fiel lacayo, quien, acatando prematuramente los mandatos neoliberales, tanto se esmeró por privatizar las universidades públicas y despojar de sus tierras a los campesinos durante su período presidencial, entre 1966 y 1970.
Lo concluyó robándole al pueblo la elección de Gustavo Rojas Pinilla, lo cual le permitió a Misael Pastrana Arango, el papi de Andresito, ocupar la presidencia de manera ilegítima; o sea, como un dictador que combatió fervientemente a los mocimientos campesino t estudiantil, sin dejar de golpear a los obreros y demás empleados, sindicalizados o no.
Paralelamente, el efecto popular fue la creación de la flamante guerrilla del M-19, que ahora dispone de alcalde en Bogotá en cabeza de un desmovilizado de esa guerrilla y quien, desgraciadamente, está amenazando al río Magdalena con la construcción de la represa de El Quimbo por una empresa que pertenece al distrito especial, Emgesa, ahora aliada con depredadores italianos de horrorosa recordación.
De igual tenor es la amenaza al pueblo wayuu, cuyo río Rancherías, que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta, hogar de los mamos, también quieren embalsar los grandes depredadores, privando a éste pueblo de lo que considera su mayor tesoro, según lo denuncia una representante de esa comunidad ancestral.
De esta manera, mediante abusos evidentes del poder conformado por mafiosos y parapolíticos casados con el Neoliberalismo, legalizan sus atropellos imperdonables contra la Vida, la Humanidad y la biosfera, consagrando el despojo de las mayorías y causando daños irreparables que jamás se suplirán con dinero, así éste embrutezca y obnubile a tantos codiciosos que le atribuyen toda clase de poderes porque por él estos desalmados están resueltos a cometer cualquier crimen, contra quien sea, según lo ilustra profusamente la Historia.
El maravillosos Internet, que nos ha dotado del medio para establecer una verdadera democracia a nivel global, junto a las ciencias, las tecnologías, las técnicas, incluidas las de los pueblos ancestrales, y las infraestructuras productivas, son patrimonio de la Humanidad.
Por tanto, estamos obligados a castigar a Benjamín Netanyahu y a todos esos degenerados sicópatas, asesinos y ladrones que no sólo se esmeran por desatar la guerra sino que se quieren apropiar del patrimonio común que nos permitiría a todos acceder a una sociedad muy superior, plana y generosa, a la que tenemos derecho por nuestro esfuerzo milenario como especie pero que los sicópatas se esmeran por frustrar mientras destruyen sin contemplaciones los recursos naturales que compartimos con todas las expresiones de la Vida, de modo que no podríamos apropiárnoslos ni mucho menos extinguirlos, pero ésto es lo que hacen los potentados.
Prefieren condenarnos a toda clase de afrentas, como el hambre, la enfermedad, el desarraigo, la ignorancia, las guerras, la alienación o lavado de cerebro con su consecuente fanatismo, el envenenamiento y demás torturas que tampoco tenemos derecho a seguir tolerando.
El desafío es universal y estamos a punto de la confrontación definitiva: ¡O establecemos una sociedad amable para todos; o desaparecemos con la Historia por gracia de los megalómanos antropocentristas herederos de las alucinaciones de Abraham y de las argucias de la bella Sara, que tanto perjudicaron a su esclava Agar y a su hijo Ismael, el verdadero primogénito del patriarca por antonomasia!
Al contrario de los sicópatas que han dominado durante el aterrador período conocido como Historia, la gente evolucionada es digna: no apabulla a nadie ni permite que la apabuyen los demás. ¿De cuál eres tú?
La mayoría es decente y quiere vivir en armonía. Pero su presunta prudencia le ha aconsejado temerles a los sicópatas poderosos. Y que me perdonen Espartaco, Benhur,la Gaitana, Tupac Amarú y vos, si luchás porque te atrevés a vencer el miedo y reclamar tu dignidad.
Si no es una soberana estupidez pensar que somos tan grandes y poderosos que matamos a dios, pues somos lo máximo y el Universo es nuestro, no de su creador. A éste se lo ganamos cuando vino a redimirnos del pecado y terminó siendo una de sus víctimas. Por eso tenemos derecho a destruirlo todo, según lo están haciendo los seres caducos que habrá que enterrar junto al período que les permitió pelechar. ¿Acaso tanta arrogancia de los potentados y tanto servilismo y cobardía de sus víctimas no son locura?
En cuanto a las instituciones que materializan la opresión de las mayorías, la parcialidad de la llamada justicia completa el aterrador panorama. Es algo que cualquiera que se tome el trabajo de reflexionar podrá entender; y, si es decente, deberá repudiarlo.
Al respecto, la prisión a la que ha sido sometido el neonazi Pedro Varela en España por ejercer su derecho a distribuir libros que enlatecen las repudiables ideas eugenistas de quienes creen pertenecer a una raza superior y no dejan de predicar y difundir sus absurdas y antihumanas teorías, es una condena absolutamente inaceptable. Obedece a la hegemonía sionista en las instituciones vigentes en los países subyugados por el Neoliberalismo, que los obliga a proteger los intereses de los enemigos comunes y perseguir a todo el que se oponga.
La condena a Varela hace parte de la arbitrariedad judicial imperante, como la denotada en los sonados casos de
- La corrupción de la monarquía española o del ejecutivo alemán,
- La descalificación sionista de Günter Grass por decir la verdad,
- Las sanciones al juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes impunes del franquismo,
- El violador impune, Dominique Strauss-Kahn,
- El pedófilo igualmente impune, Silvio Berlusconi, o
- Los mafiosos que acompañaron a Álvaro Uribe en su detestable dictadura de estirpe nazi y que la sociedad colombiana sana no está dispuesta a volver a tolerar por mucho que se esfuercen los bandidos por enceguecer y fanatizar a sus huestes.
Como sabemos del repaso de los últimos 5.000 años de existencia de la especie humana, el sionismo es más persistente y peligroso que las teorías racistas del nazismo, aunque no sea sino porque éste es laico y de reciente aparición, así pretenda eternizarse aduciendo que representa una raza superior, la aria, cuyo destino sería subyugar a las demás, o extinguirlas directamente, como a sus víctimas judías y gitanas, y a los pobres en general, según ocurrió durante la dictadura del orate Adolfo Hitler.
En cambio, lo cual es mucho más peligroso, la ideología sionista funda su superioridad en la misma voluntad de “dios”, a quien llaman Adonaí, Yahvé o Jehová, y los habría señalado como su “pueblo elegido”, según se le ocurrió a Abraham en sueños que también dijeron haber tenido su hijo segundón, Isaac, y su nieto, el segundón impostor Jacob, que luego se hizo llamar Israel auto denominándose padre de ese “pueblo elegido”.
Éste, guiado por sus obsesiones despojadoras y discriminadoras, ha resultado la calamidad más persistente y letal para la Vida en general. Pero no representa a todos los descendientes de Sem ni, mucho menos, a los de Cam y Jafet, sino a los de las doce tribús que después de 10 o más generaciones del hijo de Noé estableció el engañador Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham. Con el paso del tiempo se les ha conocido como judíos, adoptanto el gentilicio de los herederos de una de las cabezas de esas doce tribus, la que dirigía Judá.
Además, el patriarca Abraham también posa de inspirador del cristianismo y del islamismo, un par de religiones igualmente comprometidas con la precipitación del Fin del Mundo, pues lo consideran un mandato divino según se los inculcan sus pastores.
Con la actividad antropocentrista, consumista, depredadora, opresiva y ya intolerable de los potentados inspirados en tales doctrinas, la imposición del Neoliberalismo no sólo ha agotado la Naturaleza mediante su explotación despiadada por parte de las grandes corporaciones, sino que ha arruinado a los países acudiendo a maniobras financieras propias de bandidos.
Éstas son auténticas estafas que pretenden que los pueblos sigan pagándoles mientras los despojan de sus conquistas sociales y económicas, destruyen su medio ambiente para saquear sus riquezas, y adelantan los pavorosos planes de guerra.
El sublime objetivo es completar la sagrada y escatológica misión estratégica trazada por el gran patriarca padre de tres religiones. Con su inspiración, los sionistas y sus imitadores están obsesionados por precipitar el Juicio Final que les permitiría a los 144.000 judíos justos irse en cuerpo y alma para el cielo, mientras a los demás nos llevaría el diablo. ¿Será que nos dejamos?
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